domingo, 20 de diciembre de 2009

Peloteras pre-navideñas


Este es un viejo pero muy actual post sobre las fiestas. Apenas le pase el plumero... No vayan a creer que lo aggiorné mucho.

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Las fiestas de fin de año, pese al espíritu navideño que algunos quieran darle, siempre se prestan para los tira y afloje entre algunos miembros de la familia, y por lo general son motivo de roces, indirectas bien directas, peleas generadoras de caras de traste, algún que otro quilombete del estilo y siempre, pero siempre un profundo stress familiar. Desde con quien pasarlas, en la casa de quien, la comida y algunos otros menesteres, suelen ser temas escabrosos que por lo general terminan en pelotera.

Veamos solo algunos ejemplos

“Ya pasamos navidad con TU mamá el año pasado, ahora nos toca pasar con la mía”

Por lo general son las mujeres las que te salen cobrando facturas por el estilo, que la tuvieron atragantada durante todo el año y esperaron hasta no dar mas los primeros días de diciembre.

“TU hermana, flor de vaga, se hace la reverenda pelotuda a la hora de lavar los platos”

Típica pelotera entre cuñadas/concuñadas que se andan buscando para ladrarse y tirarse dardos escondidos detrás de una sonrisa falta como billete de tres pesos. Dentro del rubro “cuñadas en fiesta” hay para hacer un enciclopedia de quilombos, como por ejemplo “Esta ratona se cree que clericó son dos manzanas y una banana flotando en vino berreta”, “Che, ya que invito a su casa, por lo menos pudo tenerla mas limpia”, “Y esta que cree? Que con dos pedacitos de vitel toné nos vamos a llenar todos”. Así podríamos seguir todo el año.

“Me niego a ir a lo de TU hermano, sabes que me revienta comer con olor a cuete”

En esta me anoto. Hay pendejos y no tanto, que parecen haber encontrado un arsenal nuclear y decidieron quemarlo desde las once de la noche. Cosa que me revienta es la pirotecnia y mas si la tiran poco mas debajo de la mesa.

“Y la terrible chupa que se alza TU viejo todas las navidades?”

Nunca falta algún borracho que como cereza de la torta para una noche de quilombos, se envalentona y empieza a sacar trapitos al sol de la familia o les da por llorar a los muertos ausentes en la mesa, y empiezan decir imprudencias como “esta seguro que es mi ultimo año nuevo con ustedes, por eso tomo”

“con TU hermana nunca mas... o te olvidas que fueron TUS sobrinos los que me hicieron pelota el arbolito”

Tampoco faltan los sobrinos rompe bolas... de arbolitos de navidad. Cuando se van empezás a descubrir restos de pollo en las cortinas, guirnaldas destrozadas, helado en el sofá, el pesebre convertido en el cotolengo Don Orione por culpa de un pelotazo, CD rotos, etc.

Por suerte, con Daniela nunca tuvimos problemas de esa índole, desde que nos casamos acostumbramos a nuestras respectivas familias que vamos a donde tenemos ganar de ir, donde nos sintamos cómodos y la pasemos realmente como una fiesta. Por lo pronto este año, y por decisión unánime, vamos a viajar 500 km a pasar las fiestas con mis viejos y estamos dispuestos a disfrutarnos mutuamente como hace mucho que no lo hacemos en una Navidad.


miércoles, 9 de diciembre de 2009

hablando de Papá Noel


Hoy tuvimos una conversación de hombre a hombre, de padre a hijo con Juan Pablo, que tiene siete años.

Las cosas se estaban poniendo tensas en casa con el tema de “Papá Noel” porque las hermanas mayores ya saben del asunto y era de esperar de un momento a otro una eventual “avivada” mal por parte de ellas que son estómago muy resfriado.

Ahora me arrepiento de haberle abierto los ojos, pero es que me resisto a no ser yo quien le cuenta la verdad y que la reciba distorsionada. O será que me da menos culpa?

La charla comenzó más o menos así.

- Hijito, vos sabes que ya estas grande y hay un tema que quisiera contarte

- Que me queres decir pa?

- El tema de Papa Noel, viste que es una historia… como un cuento, que hace que los chicos mas chicos que vos, se llenen de ilusión y fantasía en Navidad

- Pero yo soy grande ya…

- Exactamente… y como ya sos grande quería contarte que es todo una mentirita que hacemos los papás quienes compramos los regalos

- (riéndose como si le hubiese contado un chiste) ahh ya me estaba pareciendo. Y como hiciste con los regalos la ultima navidad?

- Cuando nosotros nos fuimos a cenar a la casa de los abuelos, el tío Víctor los trajo y los puso debajo del arbolito

- Jjajajajajajaja

- Bueno, con los reyes magos pasa lo mismo……

- (ya con otra cara) AHH NO… NO ME VENGA… LOS REYES SI EXISTEN!!!!


lunes, 9 de noviembre de 2009

Derribando muros



Hace veinte años los berlineses festejaban la caída del muro. La noche del 9 de Noviembre de 1989 tanto los alemanes de un lado como del otro del muro de la vergüenza, utilizaron picos, martillos y todo que tuvieron a mano, para derribar pero a la vez a construir lo que sería el die wende (el cambio).

Hoy vi imágenes de aquel momento y me hicieron estremecer. Gente reencontrándose con sus familiares luego de veintiocho años de separación forzosa. La euforia era total, los berlineses se abrazaban, reían y lloraban mientras bebían cerveza que los propietarios de los bares de la zona decidieron regalar a modo de festejo. Y no era para menos. Fueron más de 120 Km. de separación absurda y dolorosa para todo un pueblo.

Visto como hecho histórico, representó todo un símbolo de paz y libertad para finalizar un siglo signado por las guerras mundiales.

Desgraciadamente veinte años después hay cientos de muros que siguen separándonos como familias, vecinos, conciudadanos, compatriotas… en fin, como seres humanos.

Quizás los muros que hoy nos separan no pueden verse a simple vista y necesitan mucho más que picos y martillos para romperse. La intolerancia, la insensatez, la falta de un criterio común, el individualismo, el consumismo, la codicia desmedida y la estupidez, están levantando paredes aunque invisibles, mucho mas poderosas y separatistas.

Quienes pelean a diario por un mundo sin contaminación, sin violencia, donde las personas puedan vivir dignamente trabajando; y sus hijos puedan estudiar y crecer sanos en todo sentido, son los que hoy levantan el martillo a favor del otro y de todos nosotros.

Por supuesto que mientras destruimos estos muros para construir, hay quienes contaminan nuestras aguas, talan nuestros montes, matan innecesariamente nuestra fauna; permiten la destrucción de generaciones enteras por el consumo de la droga; fomentan el odio y el rechazo por el abismo social existente, generando una violencia extrema.

Con esto no quiero hacer un discurso hipócrita, señalando a los que SI lo hacen, sino también a quienes pecan por omisión con su falta de compromiso, su desinterés constante y su impavidez preocupante.

Nunca es tarde. El mundo no cierra por refacciones.


viernes, 9 de octubre de 2009

Déjà vu al volante



Lo que me pasó hace unos días fue algo muy simple, pero de tan simple extraño, porque nunca me había percatado de ello.

Iba manejando el auto de mi hermana, llevándola al medico porque mi sobrinita estaba con fiebre (que de tan papera, se enfermó ocho de los diez días que mi cuñado estuvo de viaje) y en una esquina esperando que el semáforo me diera luz verde, me pasó.

Observe mis manos apoyadas al volante mientras movía mis pulgares dando golpecitos como signo de espera y una leve e imperceptible señal de impaciencia, y me di cuenta que eran idénticas a las manos de mi padre. Al modo de tomar el volante, de casi acariciarlo con los dedos, suave pero con firmeza para girar.

Pero no tan solo eso, las manos mismas eran idénticas a las de él. A las manos que yo observaba de chico desde el asiento trasero.

Es una estupidez, pero fue darme cuenta a los treinta y pico, que mis manos ya son adultas como las de mi padre. Y por segundos sentí ser él ¡Cuanto disfrute esos pocos segundos!

Fue experimentar en segundos algo ya visto. Un hermoso déjà vu que tuve al volante.


domingo, 4 de octubre de 2009

Transferencia


Después de todo, la muerte es una gran farsante.
La muerte miente cuando anuncia que se robará la vida,
como si pudiera cortar la primavera.
Porque al final de cuentas,
la muerte sólo puede robarnos el tiempo,
las oportunidades de sonreír,
de comer una manzana,
de decir algún discurso,
de pisar el suelo que se ama,
de encender el amor de cada día.
de dar la mano, de tocar la guitarra,
de transitar la esperanza.
Sólo nos cambia los espacios.
Los lugares donde extender el cuerpo,
bailar bajo la luna o cruzar a nado un río.
Habitar una cama, llegar a otra vereda,
sentarse en una rama,
descolgarse cantando de todas las ventanas.
Eso puede hacer la muerte.
¿Pero robar la vida?... Robar la vida no puede.
No puede concretar esa farsa... porque la vida...
la vida es una antorcha que va de mano en mano,
de hombre a hombre, de semilla en semilla,
una transferencia que no tiene regreso,
un infinito viaje hacia el futuro,
como una luz que aparta
irremediablemente las tinieblas.

Hamlet Lima Quintana


Y sobre todo la muerte no puede terminar con la vida de un artista popular cuando vivirá por siempre en la memoria de su pueblo. Así vivirá la Negra en nuestra memoria y nuestros corazones.
¡Hasta siempre Mercedes!

jueves, 17 de septiembre de 2009

Se todos fossem iguais a você


Existiria a verdade
Verdade que ninguém vê
Se todos fossem no mundo iguais a você

Vinicius de Moraes


En mi historia me cruce con muchísimas personas que fueron agregándole ingredientes a mi vida para que finalmente sea lo que hoy es. Por supuesto que algunas le dieron la sazón necesaria y otras la acides y el sinsabor que no hubiese querido jamás… Pero quien le dio el toque justo y la cocción final a mi vida, es sin lugar a dudas Daniela.

Ella me conoce hasta mas que yo mismo, y si bien eso no es una virtud (cualquier mujer incursiona en esas profundidades) pasa a serlo desde el momento mismo que ama cada rincón que va conociendo de mí, desde los públicos y luminosos, hasta los más oscuros y aturdidos.

Con ella aprendí una infinidad de cosas, sigo aprendiendo y todavía me tiene una santa paciencia para aquellas que me resisto a aprender. Ella es la única persona capaz de abrazar mi alma, acurrucarla y contenerla en aquellas ocasiones especiales… que solo ella se da cuenta.

Porque sus palabras dicen tanto como sus silencios y su don de saber escuchar es tan exquisito como sentarse a dialogar con ella, es que quiero envejecer a su lado.

Porque estoy convencido que absolutamente nadie tiene como ella la paciencia necesaria para sobrellevar todos mis momentos. Los de euforia, locura, amor y desamor, humor, ocurrencias, furia, ironía, intolerancia… y hacerlo con un tacto único.

Con ella a mi lado, siento que amar es sencillo y no me explico como otros lo hacen tan difícil. Posiblemente será por que ella hace que éste sea un amor tan natural, que vamos por la vida amándonos sin darnos cuenta.

A su lado, mi aritmética es exacta. Suma lo que debe sumar y resta lo que considera que restando dará en mí un mejor resultado.

A veces siento que mi amor, al lado del suyo siempre está falta envido, pero ella siempre acomoda los puntos para que salgamos al menos empatados.

En fin. Siento que con ella soy mejor persona de lo pude quizás haber sido, y estoy tan orgulloso y dichoso de eso!

Como dice el fragmento de la canción de Vinicius de Moraes que expuse a modo de presentación… “Existirían verdades, verdades que nadie ve, si todos fuesen en el mundo iguales a usted.”

Feliz cumpleaños amor! Gracias por seguir cumpliendo años a mi lado!


jueves, 10 de septiembre de 2009

Anclao en Paraguay




Tirao por la vida de errante bohemio

estoy, Buenos Aires, anclao en París.

Cubierto de males, bandeado de apremio,

te evoco desde este lejano país.

Anclao en París - Tango de Barbieri y Cadícamo


Me voy a permitir hoy, desde el total caradurismo, escribir sobre fútbol del cual no soy fanático ni entiendo demasiado. Solo sé lo que me enseñaron de chico. Once tipos de un lado y once del otro, corriendo detrás de una pelota. Ahora de grande se que son muchos mas de veintidós que corren detrás del negocio millonario que genera esa pelota, que según el técnico no se mancha. Bueno estaría que se manche aunque sea un poco de celeste y blanco.

Según dicen los que saben, está complicada la clasificación y hablan de repechaje… No se cuanto mas porque cada vez que juega la selección es todo un país el que pecha para el mismo lado.

Repito… no me gusta este tipo de fútbol, porque no me gusta el circo económico que genera, ni los intereses mezquinos en muchos jugadores y dirigentes, ni el estúpido encasillamiento que lleva a creer que somos mejores o peores que otros por ganar o perder; Tampoco me gusta pensar que la felicidad o la desgracia de un pueblo se juegan en 90 minutos, ni que seremos los mejores del mundo por ganar un campeonato.

Ahora yo me pregunto ¿Tan trágico es quedar fuera de un mundial? Y siento la respuesta eufórica de los millones de fanáticos que me gritan: ¡MAS VALE! Y ojo que a mi también me gusta ver los partidos de Argentina en los mundiales porque genera todo ese seudo nacionalismo que resaltan las publicidades de los sponsor que vemos en el entretiempo.

Pero hay otras cosas que también me harían sentir orgulloso en esta “Patria Futbolera”:

- Que seamos verdaderos defensores de nuestros colores albicelestes. Eso incluye ponerse una simple escarapela en las fechas patrias, cantar el Himno Nacional con fervor, pararnos como signo de respeto cuando se esta izando o arriando la bandera. A veces pareciera que estas cosas nos dan vergüenza y no así el hecho de “disfrazarlos” para los partidos del mundial.

- Que todos fuésemos más tolerantes con el semejante y tirásemos para el mismo “arco” en la vida diaria. Así como nos abrazamos con nuestro jefe, con la vieja loca de enfrente, con la ex mujer, con “el judío, el negro y el bolita” cada vez que alguno de los nuestros hace un gol.

- Que tengamos la apertura suficiente como para discernir que nuestro pueblo tiene muchos problemas más graves que perder un partido. Que no congelemos el país un mes entero y tapemos los reclamos y las necesidades con los gritos de gol.

Y a vos, fans empedernido, que hoy andas por la calle y en el trabajo con cara larga porque supuestamente quedamos anclaos en Paraguay, te pregunto… ¿No será hora de parar la pelota y replantearnos algunas cosas? ¿No habrá llegado el momento el darle el verdadero valor a las cosas, como por ejemplo dejar de endiosar a personas que luego se hacen daño y nos hacen daño? Creo que llego el momento de demostrar mas que nunca que somos hinchas pero no de un seleccionado que no nos representa, sino de un país en el cual los jugadores somos todos y transpiramos la camiseta todos los días.

VAMOS, VAMOS ARGENTINA!!!


jueves, 3 de septiembre de 2009

Mi cumplevida


En el calendario de mi vida, el 3 de septiembre está marcado como un día especial porque es mi cumpleaños. Para mí, no se si lo será para el resto de los humanos, es un día particularmente raro… Viene con una especial carga de afecto que no molesta, al contrario, pero intimida un poco. Y no es falsa modestia, es gratificante, halagador, y te pone la autoestima de punta, sentirse querido, mimado y lleno de buenos augurios.

Me doy cuenta que a medida que pasan los años, cada cumpleaños es motivo de reflexión y de nostalgias de viejos cumpleaños que pasaron. Son flashes de las mejores y más recordadas escenas cumpleañeras, como si fuera la promo de una película próxima a estrenar.

En esa película aparecen mis despertares con los besos de mi vieja y luego el del resto de la familia; mis elecciones del menú del día como era la tradición de mi casa; las tortas por la tarde, infaltable aún en épocas de vacas mas que flacas, anoréxicas; Las fiestas compartidas con mi hermana por la cercanía de fecha con el suyo.

No faltaran las fiestas con gaseosa o chocolate caliente, según si fuera un septiembre con calor o con nieve como me tocó una vez y vaya que fue un regalo más que original.

Ya de grande hubo festejos de todo tipo, siempre (¡Y cuando no!) según lo permitido por el bolsillo: A veces asado con vino, otras apenas bizcochuelo con mate, pero en ambas circunstancias rodeado con mi familia y los amigos de siempre.

Seguramente en ese film de recuerdos estarán presentes mis cumpleaños al lado de Daniela, con el mismo amor de siempre, con grandes o pequeños obsequios y los infaltables cartelitos pegados por la casa.

¡Cuántos recuerdos en estos 36 cumpleaños! ¡Cuántas saudades de momentos de felicidad y de ternura! Hoy sé que muchas cosas no serán iguales que entonces:

- El beso de mis viejos no lo tendré físicamente, pero si por teléfono y bien temprano como siempre.

- El abrazo de todos mis hermanos a quienes amo con locura lo tendré transformado en mails, llamadas y saludos en el facebook.

- Y los saludos de mis cuatro abuelos ahora serán solo tres, pero la voz de mi abuela que ya no está, seguirá rondando en mi corazón.

Pero mis ausencias están cubiertas por cuatro pequeñas presencias que saltarán como pulgas en mi cama cuando amanezca al grito de “¡Feliz cumpleaños papi!” y ese, justamente ese, va a ser el mejor regalo de toda mi historia.

FELIZ CUMPLEAÑOS A MI!


sábado, 29 de agosto de 2009

Perdiendo la virginidad con Cortázar


Habré tenido doce o trece años, y pese a tener todas las hormonas intelectuales revolucionadas, era virgen en literatura adulta. Pero aquella noche iba a dejar de serlo.

Ya la cuestión me venía picando desde hacía rato, lo mío nunca había pasado mas allá de lecturas siesteras de El Tony, D’Artagnan, Nippur o Intervalo. Los libros de “Elige tu propia aventura” pasaron a ser recuerdos de la niñez y volverlos a leer representaban un sacrilegio para alguien que “ya no era un niño”.

Pero una noche, lo recuerdo como si fuera ayer, aprovechando la oportunidad de que mis padres habían salido y mis hermanos andaban entretenidos en tonterías de niños, decidí sin pensarlo demasiado, que había llegado el momento tan esperado. Dejaría de ser virgen de los libros supuestamente para grandes que me venían intrigando desde hacía algún tiempo.

El corazón me latía con fuerza como a aquel que sabe que se introduce en mares insondables, y yo sabía que lo hacía. Me dirigí a la biblioteca y tome un libro al azar, luego con los años pude darme cuenta que mi vida de lector se vería marcada para siempre por la decisión, supuestamente azarosa, de aquella noche.

Me fui a mi habitación e intuyendo que para esto precisaría de privacidad, cerré la puerta. El libro era nada más y nada menos que Bestiario, de Julio Cortázar. Me zambullí entre sus páginas con desmesura y me tope con “Casa Tomada”. Con la respiración entrecortada y a un ritmo que hubiese preferido más lento, terminé de leerlo y por un momento me arrepentí de hacerlo argumentándome que no estaba preparado para aquello.

Lo que acababa de leer me dio mucho miedo. La descripción del autor sobre la situación y los personajes fue pasando por mi cabeza como una película de terror. Mi temor era sobredimensionado al de aquellos hermanos del cuento. Pero pese al miedo estaba conforme con la experiencia. Descubrí que dentro de un libro se esconden mucho más que animales de fábula, que príncipes y princesas que comen perdices, que piratas buenos y malos. Supe que los finales felices eran solo una opción y no la única. Supongo que por un momento saque la conclusión, sin darme cuenta, que algunos “libros adultos” reflejan la vida y que en ella el nudo no siempre es el deseado y en los desenlaces no siempre se vive feliz y se come perdices.

Ese cuento aquella noche cambió mi perspectiva sobre la literatura. Esa noche me había “hecho hombrecito” con Cortázar.


jueves, 27 de agosto de 2009

Canto versos

Siempre me gustó cantar. No se si lo hago bien, pero salgo del paso... Tal cual como me pasa con las cosas que escribo.
Las canciones y los escritos son para mí las mejores armas de defensa contra un mundo que te ataca a diario, son el discurso de denuncia mas efectivo y revolucionario, y la declaración de amor mas abierta y tierna.
Jorge Fandermole no pudo haberlo dicho mejor "Canto, canto. Tan débil soy que cantar es mi mano alzada y fuerte, que mas hacer con palabras deshabitadas sino cantar"
Los dejo en compañia de esta, una de mis canciones favoritas.
Dale, Negra! Te paso la posta



martes, 25 de agosto de 2009

Amar hasta que duela


Debemos crecer en el amor y, para ello, hay que amar constantemente,

y dar y seguir dando hasta que nos duela...

Hacer cosas ordinarias con un amor extraordinario.

Este dar hasta que duela, ese sacrificio, es lo que llamo amor en acción

Teresa de Calcuta


Suelo escribir desde la perspectiva del humor, y este combina muy bien con el amor. Hasta me animaría a decir que son una combinación ideal, como la pizza y el orégano, la menta y el chocolate, el queso y el dulce.

Pero hay situaciones en donde el humor no tiene cabida y necesariamente debe ser sustituido con mas capas de amor que pasan a ser un enduído plástico para situaciones de angustia, dolor o desazón.

Y creo que de esto los padres sabemos mucho. Sabemos del poder del “sana sana, que si no sana hoy sanará mañana” ante un porrazo en la bici, una pelea con el compañero del cole, una burla maliciosa o un desaire en un precoz enamoramiento.

Es ahí cuando por sobre todas las cosas estamos amando hasta el dolor porque daríamos lo que sea por evitarles esa angustia que aunque infantil o tonta, la sabemos necesaria para que crezcan.

Es así como, y es lógico que lo sea, la capacidad de dolor aumenta proporcionalmente al crecimiento y madures de nuestros hijos. Es una ecuación muy sencilla: hijos chicos – problemas chicos; hijos grandes – problemas grandes. ¿Por qué un corazón compungido o un alma desgarrada no dolerán igual que un raspón en la rodilla?

De solo pensarlo entro en pánico y desearía que esos momentos no llegaran jamás, porque a nada soy mas vulnerable que a las lagrimas angustiadas de mis hijos. Por suerte tengo de referentes a mis propios padres que conmigo y mis hermanos ya están doctorados en tener que levantarnos del traste siempre. Y les duele, y los angustia, y los enferma… pero no dejan de estar ahí al pie del cañón.

La relación con ellos cambió mucho en comprensión y en paciencia mutua desde que nosotros también somos padres. Ser del palo, te ayuda a entender un montón de cosas. Y tal cual como escuche una vez decir por ahí, los padres de hijos adultos son como portaaviones en alta mar; al ser de suma necesidad para que podamos aterrizar a cargar combustible y salir nuevamente a seguir con nuestro camino.

Son mas de quinientos km los que separan a mis padres de algunos de sus hijos (tienen a dos de mis hermanos más a mano) y es una distancia que no se achica pese a los mails diarios, al msn online, y los teléfonos corporativos cuando por estos lados pasa algo que los pone en alerta.

Pero hay algo que los supera y es presentir el dolor de alguno de sus nietos. La impotencia les quita hasta el aire, pero les genera una fuerza sacada de no se donde que los hace seguir adelante pero con mas ímpetu.

Este post va dedicado a ellos que nos enseñan, ante los sopapos que nos da la vida, a resistir, a levantarse y a sacudirnos el polvo de los problemas, porque tenemos que curtirnos como lo hicieron ellos: amando hasta que duela.


viernes, 21 de agosto de 2009

Comprando de memoria


Unas de las tantas cosas que disfruto en soledad es ir al supermercado.

Evito estar escuchando las letanías consumistas de mis hijos: ¡Papi comprame! ¡Papi comprame! ¡Papi comprame! sumado a mis reniegos que empiezan como un susurro por lo bajo para concluir con gritos acallados: “¡trae para acá!”, “¡llevá para allá!”, “¡dejá en su lugar!”, “¡acaba de corretear!” mientras busco desesperado a mi mujer que se quedó autista en algún sitio de ofertas.

Por eso prefiero ir solo y tranquilo en algún horario poco usual, para pasear como provinciano en la gran ciudad, sin apuro entre las góndolas, mirando el horizonte... papando moscas. En esos momentos de esparcimiento, aprovecho para leer las etiquetas de los vinos, conversar e instruirme con el carnicero que nota mi ignorancia y me tiene santa paciencia: “Que tiene como para milanesas? Y como para el horno o la parilla? Y como para la plancha? Y como para la vaporiera?”

También soy de los que muy gentilmente reciben TODO lo que te ofrecen probar en los puestitos de las degustaciones, a saber: Gatorade, Actimel, Fernet de segunda marca, gaseosa finamente gasificada, milanesas de soja rellenas, salchichas vegetarianas, jugo de naranjas orgánicas (¿?), leche no transgénica, energizante con guaraná y total magnesiano.

Entre tanta distracción y con mi estómago a punto de hacer erosión, suelo darme cuenta que olvide la lista de los artículos de primera necesidad por los cuales fui mandado.

Y aquí comienza mi problema no tan solo por tener que recordar los productos a llevar, sino también las respectivas indicaciones de rigor que mi amada esposa les adjunta. Detallo solo algunos como para que puedan percibir esta minuciosa realidad en la cual me veo envuelto:

- HUEVOS: de color, no blancos, ni muy chicos ni muy grandes, que estén bien despegados del cartón y preguntá si son frescos.

- PAÑALES: talle G, con bandas elastizadas, los que traen los ositos, pero el paquete rojo, porque viene con gel y el otro no, sino mas bien comprá del azul pero ese tiene que ser G+

- FIDEOS: tallarines y de la marca X, porque son mas finitos que los Z, pero sino traer los Y que no son tan buenos pero que tienen menos sémola que los V.

Miren que puedo seguir con otros veinte artículos más de los cuales seguro traigo la mitad por tener que comprar de memoria y terminar en casa usando el mismo viejo recurso “sabes que te traigo la mitad de las cosas, no había casi nada. Vamos a tener que cambiar de super”


miércoles, 19 de agosto de 2009

De artista y de loco, todos tenemos un poco


Hace rato que quería ponerme a escribir nuevamente. A mi antiguo blog lo cerré ya ni recuerdo por qué, pero supongo que me sobrepasó la continua necesidad de querer contar algo nuevo. Darme cuenta que era la Nazarena Vélez de la web, me asustó y me fui porque lo mío no es figuretear.

Pero las ganas de volver al ruedo siempre estuvieron. Y aunque anduve a las amagadas durante un largo tiempo, esta semana que fue de terror me animó al regreso. Capaz que estaba necesitando de un cóctel fuerte (peloteras en el trabajo + mucho estudio + los niños especialmente rompe bolas + viento zonda) para sentir la necesidad de descargarme en el procesador de texto.

¿Quién se inspira luego de un vaso de jugo Ades? ¿Se puede hacer catarsis después de tomarse un boldo? Naaaaaa

Ahora se que estaba necesitando un séptimo regimiento de sensaciones para ponerme a tono con mis palabras.

Por eso decidí que estos tiempos de locura fuesen la musa que saque lo mejor (o lo peor…) de mí y lo derrame con pasión sobre el teclado (hubiese preferido como inspiración a Penélope Cruz pilacha sobre un diván cuan la Maja Desnuda, pero mi mujer me mata).

Prometo “frizar” un poco de furia para los momentos de escasez, no es cuestión que mi musa se vaya por ahí con cualquier avivado.

Así que acá estoy. Sentado frente a mi maquina. Los niños duermen. La perra ya no ladra (me refiero al perro genero femenino) y mi mujer mira tele a las cabeceadas. Quisiera ayudar a la inspiración con algo motivador, pero ya no fumo y no bebo en días hábiles. Supongo que un vaso bien grande de amargo serrano con soda no ayuda mucho, pero tiene doble dosis de ciclamato.

Veremos hoy y en los días sucesivos que sale.