martes, 25 de agosto de 2009

Amar hasta que duela


Debemos crecer en el amor y, para ello, hay que amar constantemente,

y dar y seguir dando hasta que nos duela...

Hacer cosas ordinarias con un amor extraordinario.

Este dar hasta que duela, ese sacrificio, es lo que llamo amor en acción

Teresa de Calcuta


Suelo escribir desde la perspectiva del humor, y este combina muy bien con el amor. Hasta me animaría a decir que son una combinación ideal, como la pizza y el orégano, la menta y el chocolate, el queso y el dulce.

Pero hay situaciones en donde el humor no tiene cabida y necesariamente debe ser sustituido con mas capas de amor que pasan a ser un enduído plástico para situaciones de angustia, dolor o desazón.

Y creo que de esto los padres sabemos mucho. Sabemos del poder del “sana sana, que si no sana hoy sanará mañana” ante un porrazo en la bici, una pelea con el compañero del cole, una burla maliciosa o un desaire en un precoz enamoramiento.

Es ahí cuando por sobre todas las cosas estamos amando hasta el dolor porque daríamos lo que sea por evitarles esa angustia que aunque infantil o tonta, la sabemos necesaria para que crezcan.

Es así como, y es lógico que lo sea, la capacidad de dolor aumenta proporcionalmente al crecimiento y madures de nuestros hijos. Es una ecuación muy sencilla: hijos chicos – problemas chicos; hijos grandes – problemas grandes. ¿Por qué un corazón compungido o un alma desgarrada no dolerán igual que un raspón en la rodilla?

De solo pensarlo entro en pánico y desearía que esos momentos no llegaran jamás, porque a nada soy mas vulnerable que a las lagrimas angustiadas de mis hijos. Por suerte tengo de referentes a mis propios padres que conmigo y mis hermanos ya están doctorados en tener que levantarnos del traste siempre. Y les duele, y los angustia, y los enferma… pero no dejan de estar ahí al pie del cañón.

La relación con ellos cambió mucho en comprensión y en paciencia mutua desde que nosotros también somos padres. Ser del palo, te ayuda a entender un montón de cosas. Y tal cual como escuche una vez decir por ahí, los padres de hijos adultos son como portaaviones en alta mar; al ser de suma necesidad para que podamos aterrizar a cargar combustible y salir nuevamente a seguir con nuestro camino.

Son mas de quinientos km los que separan a mis padres de algunos de sus hijos (tienen a dos de mis hermanos más a mano) y es una distancia que no se achica pese a los mails diarios, al msn online, y los teléfonos corporativos cuando por estos lados pasa algo que los pone en alerta.

Pero hay algo que los supera y es presentir el dolor de alguno de sus nietos. La impotencia les quita hasta el aire, pero les genera una fuerza sacada de no se donde que los hace seguir adelante pero con mas ímpetu.

Este post va dedicado a ellos que nos enseñan, ante los sopapos que nos da la vida, a resistir, a levantarse y a sacudirnos el polvo de los problemas, porque tenemos que curtirnos como lo hicieron ellos: amando hasta que duela.


3 comentarios:

  1. Que hermoso post!!!!....y mis suegros valen oro, las pasaron y la siguen luchando, que Dios les de fuerzas y salud, porque el AMOR ya lo tienen para seguir andando y acompañando.... LOS QUIERO Y ADMIRO MUCHO!!! Y ELLOS LO SABEN... y sepan que los apoyo siempre y rezo por ustedes!

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  2. Muy lindo lo que escribiste hijo. El amor que uno da está relacionado con el que recibe de sus hijos. Acordate -como dice Mafalda- que nos recibimos de padres junto con los hijos, pero uno debe ir perfeccionándose cada día, en muchosa de ellos sale bochado y cuando pensás que todo va bien, resulta que un día te recibís de abuelo y empieza otra carrera paralela a la de padre y así sucesivamente, porque además seguis siendo persona, hija/o, hermana/o, esposa/o suegra/a, cuñada/o, amiga/o, etc. y nunca se termina, porque creo se se guigue así desde el cielo o desde el infierno, según las materias que en ese sentido hayas aprobado en la vida.
    Un beso grande para vos y todos los demás hijos, nietos, padres, hermanos y demás...

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  3. Además, y muy importente, es que cuando el amor a simple vista parece fuerte, pero en realidad son 2, porque al estar muy unidos, realmente parecen uno solo, como en nuestro caso, y así, cuando una decae, el otro lo remonta. La unión hace la fuerza, y ello es muy necesario a la hora de poner el pecho a las balas, porque siempre, en todo ámbito y cada lugar, hay alguien que te quiere CAGAR LA VIDA, pero si ese amor es de a 2 es posible hacerle frente, aunque cueste mucho y parezca imposible. Y más aún, si de familia se trata, el amor de todos juntos, abroquelados, nunca nadie, podrá vencernos.... Ma

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