jueves, 17 de septiembre de 2009

Se todos fossem iguais a você


Existiria a verdade
Verdade que ninguém vê
Se todos fossem no mundo iguais a você

Vinicius de Moraes


En mi historia me cruce con muchísimas personas que fueron agregándole ingredientes a mi vida para que finalmente sea lo que hoy es. Por supuesto que algunas le dieron la sazón necesaria y otras la acides y el sinsabor que no hubiese querido jamás… Pero quien le dio el toque justo y la cocción final a mi vida, es sin lugar a dudas Daniela.

Ella me conoce hasta mas que yo mismo, y si bien eso no es una virtud (cualquier mujer incursiona en esas profundidades) pasa a serlo desde el momento mismo que ama cada rincón que va conociendo de mí, desde los públicos y luminosos, hasta los más oscuros y aturdidos.

Con ella aprendí una infinidad de cosas, sigo aprendiendo y todavía me tiene una santa paciencia para aquellas que me resisto a aprender. Ella es la única persona capaz de abrazar mi alma, acurrucarla y contenerla en aquellas ocasiones especiales… que solo ella se da cuenta.

Porque sus palabras dicen tanto como sus silencios y su don de saber escuchar es tan exquisito como sentarse a dialogar con ella, es que quiero envejecer a su lado.

Porque estoy convencido que absolutamente nadie tiene como ella la paciencia necesaria para sobrellevar todos mis momentos. Los de euforia, locura, amor y desamor, humor, ocurrencias, furia, ironía, intolerancia… y hacerlo con un tacto único.

Con ella a mi lado, siento que amar es sencillo y no me explico como otros lo hacen tan difícil. Posiblemente será por que ella hace que éste sea un amor tan natural, que vamos por la vida amándonos sin darnos cuenta.

A su lado, mi aritmética es exacta. Suma lo que debe sumar y resta lo que considera que restando dará en mí un mejor resultado.

A veces siento que mi amor, al lado del suyo siempre está falta envido, pero ella siempre acomoda los puntos para que salgamos al menos empatados.

En fin. Siento que con ella soy mejor persona de lo pude quizás haber sido, y estoy tan orgulloso y dichoso de eso!

Como dice el fragmento de la canción de Vinicius de Moraes que expuse a modo de presentación… “Existirían verdades, verdades que nadie ve, si todos fuesen en el mundo iguales a usted.”

Feliz cumpleaños amor! Gracias por seguir cumpliendo años a mi lado!


jueves, 10 de septiembre de 2009

Anclao en Paraguay




Tirao por la vida de errante bohemio

estoy, Buenos Aires, anclao en París.

Cubierto de males, bandeado de apremio,

te evoco desde este lejano país.

Anclao en París - Tango de Barbieri y Cadícamo


Me voy a permitir hoy, desde el total caradurismo, escribir sobre fútbol del cual no soy fanático ni entiendo demasiado. Solo sé lo que me enseñaron de chico. Once tipos de un lado y once del otro, corriendo detrás de una pelota. Ahora de grande se que son muchos mas de veintidós que corren detrás del negocio millonario que genera esa pelota, que según el técnico no se mancha. Bueno estaría que se manche aunque sea un poco de celeste y blanco.

Según dicen los que saben, está complicada la clasificación y hablan de repechaje… No se cuanto mas porque cada vez que juega la selección es todo un país el que pecha para el mismo lado.

Repito… no me gusta este tipo de fútbol, porque no me gusta el circo económico que genera, ni los intereses mezquinos en muchos jugadores y dirigentes, ni el estúpido encasillamiento que lleva a creer que somos mejores o peores que otros por ganar o perder; Tampoco me gusta pensar que la felicidad o la desgracia de un pueblo se juegan en 90 minutos, ni que seremos los mejores del mundo por ganar un campeonato.

Ahora yo me pregunto ¿Tan trágico es quedar fuera de un mundial? Y siento la respuesta eufórica de los millones de fanáticos que me gritan: ¡MAS VALE! Y ojo que a mi también me gusta ver los partidos de Argentina en los mundiales porque genera todo ese seudo nacionalismo que resaltan las publicidades de los sponsor que vemos en el entretiempo.

Pero hay otras cosas que también me harían sentir orgulloso en esta “Patria Futbolera”:

- Que seamos verdaderos defensores de nuestros colores albicelestes. Eso incluye ponerse una simple escarapela en las fechas patrias, cantar el Himno Nacional con fervor, pararnos como signo de respeto cuando se esta izando o arriando la bandera. A veces pareciera que estas cosas nos dan vergüenza y no así el hecho de “disfrazarlos” para los partidos del mundial.

- Que todos fuésemos más tolerantes con el semejante y tirásemos para el mismo “arco” en la vida diaria. Así como nos abrazamos con nuestro jefe, con la vieja loca de enfrente, con la ex mujer, con “el judío, el negro y el bolita” cada vez que alguno de los nuestros hace un gol.

- Que tengamos la apertura suficiente como para discernir que nuestro pueblo tiene muchos problemas más graves que perder un partido. Que no congelemos el país un mes entero y tapemos los reclamos y las necesidades con los gritos de gol.

Y a vos, fans empedernido, que hoy andas por la calle y en el trabajo con cara larga porque supuestamente quedamos anclaos en Paraguay, te pregunto… ¿No será hora de parar la pelota y replantearnos algunas cosas? ¿No habrá llegado el momento el darle el verdadero valor a las cosas, como por ejemplo dejar de endiosar a personas que luego se hacen daño y nos hacen daño? Creo que llego el momento de demostrar mas que nunca que somos hinchas pero no de un seleccionado que no nos representa, sino de un país en el cual los jugadores somos todos y transpiramos la camiseta todos los días.

VAMOS, VAMOS ARGENTINA!!!


jueves, 3 de septiembre de 2009

Mi cumplevida


En el calendario de mi vida, el 3 de septiembre está marcado como un día especial porque es mi cumpleaños. Para mí, no se si lo será para el resto de los humanos, es un día particularmente raro… Viene con una especial carga de afecto que no molesta, al contrario, pero intimida un poco. Y no es falsa modestia, es gratificante, halagador, y te pone la autoestima de punta, sentirse querido, mimado y lleno de buenos augurios.

Me doy cuenta que a medida que pasan los años, cada cumpleaños es motivo de reflexión y de nostalgias de viejos cumpleaños que pasaron. Son flashes de las mejores y más recordadas escenas cumpleañeras, como si fuera la promo de una película próxima a estrenar.

En esa película aparecen mis despertares con los besos de mi vieja y luego el del resto de la familia; mis elecciones del menú del día como era la tradición de mi casa; las tortas por la tarde, infaltable aún en épocas de vacas mas que flacas, anoréxicas; Las fiestas compartidas con mi hermana por la cercanía de fecha con el suyo.

No faltaran las fiestas con gaseosa o chocolate caliente, según si fuera un septiembre con calor o con nieve como me tocó una vez y vaya que fue un regalo más que original.

Ya de grande hubo festejos de todo tipo, siempre (¡Y cuando no!) según lo permitido por el bolsillo: A veces asado con vino, otras apenas bizcochuelo con mate, pero en ambas circunstancias rodeado con mi familia y los amigos de siempre.

Seguramente en ese film de recuerdos estarán presentes mis cumpleaños al lado de Daniela, con el mismo amor de siempre, con grandes o pequeños obsequios y los infaltables cartelitos pegados por la casa.

¡Cuántos recuerdos en estos 36 cumpleaños! ¡Cuántas saudades de momentos de felicidad y de ternura! Hoy sé que muchas cosas no serán iguales que entonces:

- El beso de mis viejos no lo tendré físicamente, pero si por teléfono y bien temprano como siempre.

- El abrazo de todos mis hermanos a quienes amo con locura lo tendré transformado en mails, llamadas y saludos en el facebook.

- Y los saludos de mis cuatro abuelos ahora serán solo tres, pero la voz de mi abuela que ya no está, seguirá rondando en mi corazón.

Pero mis ausencias están cubiertas por cuatro pequeñas presencias que saltarán como pulgas en mi cama cuando amanezca al grito de “¡Feliz cumpleaños papi!” y ese, justamente ese, va a ser el mejor regalo de toda mi historia.

FELIZ CUMPLEAÑOS A MI!